TOMA MÍ MANO

Acompañar es mucho más que una presencia física, es en realidad la conexión de un vínculo sustentado por el Amor, sabiendo que este sentimiento es amplio y no necesariamente tiene que estar orientado al acompañamiento amoroso. Cuando decidimos estar al lado de una persona, acompañarle, brindarle la seguridad de que no está sola, de ofrecer desinteresadamente nuestro apoyo, allí se hace presente la solidaridad. Por lo general apreciamos este acompañamiento especial y voluntario en aquellas personas que realmente demuestran ser nuestros amigos, en las parejas que ciertamente nos aman y en algunos casos en aquellos integrantes de nuestra familia cuando están con nosotros por el valor que nos tienen y no por lo que tenemos. Si realmente deseamos acompañar a esa persona hagámoslo por el motivo inspirador que ella genera en nuestro ser. No busquemos reconocimiento de lo que desde nuestro corazón ofrecemos, pues es posible que a pesar que seamos fieles a nuestro deseo y acompañantes constantes de la voluntad de estar allí, al lado de aquel ser que por alguna razón quisimos brindarle el aliento de apoyarle, no seamos retribuidos en la valoración de aquello que desinteresadamente ofrecimos. Simplemente si deseamos ayudar, si deseamos acompañar, si deseamos asumir libremente el estar al lado de un ser que es importante para nosotros hagámoslo por el afecto y aprecio que sentimos por ellos, siendo importante no confundir el amor por compasión. Queridos y apreciados lectores, si nos dan la mano y en ella podemos sentir que viene sin interés, no dudemos en confiar y extender con seguridad la nuestra para que seamos asistido en una situación en donde por alguna razón del destino nos puso al frente de nuestras vidas para aprender de ella aquellas enseñanzas que serán importante identificar y asimilar en la experiencia vivida. Si nos nace igual ser quien asista desde la sensibilidad de levantar y sostener a quien es importante para nosotros, hagámoslo por el sentimiento que nos une a esa persona, sabiendo que es importante no actuar por lastima y entendiendo que si no aprecian lo que hicimos nos sintamos igualmente felices por haber hecho lo que deseamos y percibir el bienestar de ver en una mejor condición a quien es importante para nosotros, pues al final nos alimentamos de aquello que llena nuestro corazón de alegrías, al final es bueno sentir en nuestro interior que sentimos en nuestras manos aquellas que transfirieron su calor, junto a esa hermosa sensación de sentirnos seguros, llenos de alegría y recibir el entusiasmo de estrechar esas manos que son importantes para nosotros. En todo existe una razón, en todo yace una conexión que promueve el crecimiento personal, en todo lo que hacemos y recibimos finalmente obtendremos aquellas importantes enseñanzas que sustentarán el crecimiento progresivo de nuestras vidas. Sólo debemos entender que somos importantes para otros, que es posible que nos quieran dar la mano sin interés, que es bueno confiar y reconocer que estamos unidos a través de unos hilos de vida con otras personas, que nacieron emitiendo la misma frecuencia que nosotros y por ello es que sentimos estar unidos a ellas de esa forma inexplicable, única y especial que siempre nos impulsará a disfrutar y velar de su felicidad. Toma mí mano aquí estoy por un amor que siempre nos unirá.


Héctor Baptista, Facilitador para crear Pensamientos Reforzadores de Vida. Sígueme por Instagram y Facebook a través de @mensajesdelcorazonhb Asesorías y Orientaciones a través del email:cuandohablaelamor1@gmail.com 









Comentarios

Entradas populares de este blog