Mensajes del Corazón HB

SUPERÉ A LO QUE TEMÍA El Miedo, una Emoción que todo ser humano experimenta y aunque parezca contradictorio, es importante sentir su presencia en nuestra vida, pues nos pone en alerta y nos indica además que estamos frente a una ambiente que requerirá de nuestro accionar para enfrentar esa situación apremiante, de manera de protegernos cuidando de nuestra integridad. El temor nos pondrá a prueba de forma directa, primeramente por mostrarnos aquellas debilidades que poseemos y que logran alterar nuestra estabilidad emocional. Hay temores que son transferidos genéticamente, otros que adoptamos y que posiblemente le construimos su morada en nuestro ser, siendo ellos los que más nos perjudican, pues suelen estar presente de forma constante moviendo nuestras emociones creando esa angustia que nos altera. La mejor manera de superar un miedo es enfrentándolo, sólo así se podrá sobresalir de aquello que tememos, al evadirlo simplemente nos distanciaremos lo suficientemente necesario para

EL SENTIDO DE MIS DESEOS Desde el mismo instante en el que nacemos, desarrollamos de forma natural esos sentidos  que  nos  permitirán  ir moldeando  nuestro   preste a la manera que cociente o inconscientemente proyectamos.  Cada cosa, cada suceso, cada momento o situación que se nos presenta tiene una respuesta que justifica el por qué nos tocó vivir o sentir algo en particular. Lo importante es fundamentar nuestra personalidad con la estabilidad emotiva que nos permita transitar en la vida bajo el soporte de valores, que al final nos permitan poder evaluar, medir y actuar bajo el criterio de lograr identificar el sentido de aquello que decidimos recibir o entregar. Es por ello que antes de iniciar un nuevo proyecto, debemos ubicar aquellas razones que nos indiquen el “para qué y por qué” de la acción que decidimos asumir en la materialización de aquella meta. “Deseo una Pareja” , Si deseamos compartir nuestra vida con otra persona, identifiquemos entonces el sentido de aquel pr

VEO MI REFLEJO Y LOGRO ENTENDER MI PRESENTE Reflexionar, retroceder en el tiempo y darnos cuenta de aquellos momentos que dejamos pasar y que seguramente no volveremos a tener la oportunidad de volver a vivir, indudablemente representarán esos instantes que nos visitan y nos permite encontrarnos con nuestro ser interior, donde dialogábamos intensamente de forma crítica y a veces dura, pero necesaria para entender que somos humanos y que formamos parte de una historia de vida que no se detiene, que sigue, seguramente en otros ambientes, con otros escenarios, con otro elenco, aunque con el mismo protagonista (nosotros). Son esos instantes que sin duda alguna nos despiertan la sensibilidad y algo de nostalgia, sencillamente por nuestra acciones, pensamientos, ideologías, soberbia, temores, rencores, que sin duda nos alejaron de algo que sabíamos nos gustaba o que nos hacía tanto bien. Pero el momento es ahora, el encuentro con nuestra verdad es en este instante y no tenemos otra sal

NO BUSCO, SÓLO NOS ENCONTRAMOS ¿Es posible conseguir esa pareja soñada y consolidar una relación en el tiempo? Primero no se trata de buscar, allí el primer error, el amor no se busca, el amor   llega sólo a través de esa naturalidad síncrona con nuestro ser. Posiblemente encontremos y compartamos con aquella persona que de una manera pre visualizada, intentamos hacerla a nuestra medida, sin embargo así no funciona la química de los sentimientos afectivos. Las personas que viven en modo de búsqueda, sin darse cuenta el verdadero amor de su vida seguramente le pasará por al lado e inclusive tenga algún curioso intercambio, de comunicación, de trabajo, hasta de miradas y no se percaten de ello, debido a la fijación que se propuso al buscar algo en específico. Nuestra naturaleza visual se basa en fijar y enfocar sólo el línea recta, es por ello lo importante de ampliar nuestro campo de apreciación, permitiéndonos detallar cada detalle que nos rodea centrando por instantes atención a

ME PESA MUCHO Y NO ME HACE BIEN Somos los únicos responsables de aquello que decidimos conscientemente llevar como equipaje. No se trata de ser masoquista, pero ciertamente a veces pareciera que nos gusta andar cargando aquella maleta de preocupaciones, angustias, problemas, que no nos pertenecen o que sencillamente no van a brindarnos ningún aporte positivo a   nuestras vidas. Es por ello que debemos primeramente reconocer, aceptar y tener el valor de tomar la decisión de soltar cualquier apego, obligación, lastima, remordimiento, que pudiésemos sentir y dedicarnos realmente a abrirnos a recibir el valor nutritivo de disfrutar lo que hacemos e ir en un camino que nos llene de felicidad. Si sentimos que llevamos una carga que no es afín a nuestra visión de vida, sencillamente dejémosla a un lado y permitámonos transitar con la comodidad de sólo llevar en nuestro recorrido el atuendo y las cosas que nos serán útiles y provechosas en la edición de aquella ruta de vida que decidim