SEMBRANDO CONCIENCIA

Todos los días tenemos en nuestras manos el poder de darle un mejor sentido a nuestras vidas, nada se mueve si no es estimulado, nada funciona si no es deseado, somos nosotros los que finalmente le daremos el uso correcto en el tiempo educado al poder que poseemos para impulsar positivamente aquello que hoy sentimos importante aflorar. Nadie puede comer por otro, nadie puede estudiar por nosotros, nadie puede hacer el trabajo o el rol que nos corresponde por nosotros, así que para recibir y materializar lo que deseamos necesariamente tendremos que actuar e iniciar el recorrido que nos conduzca a la meta deseada. Sólo nosotros sabemos qué es lo que queremos y cómo lo deseamos, por ello dependerá siempre de nuestras acciones hacernos sentir en ese momento donde vemos que tenemos al frente la oportunidad de cumplir nuestra voluntad de mejorar y potenciar nuestro presente, pues sólo así acondicionaremos el terreno para esa siembra futura, que nos permitirá abonar y sembrar en ella las semillas que finalmente nos proporcionarán los frutos deseados. Es muy sencillo reclamar al que tenemos al lado por no recoger el papel que vimos en el piso, pero si aquello es importante para nosotros simplemente hagámoslo y no esperemos que otro piense igual que nosotros. Mejoramos desde nuestro pensamiento, que nos impulsan por el camino que según nuestros valores y cultura consideramos lo mejor, seguramente al recoger aquel papel sin reclamar logremos un efecto mucho más productivo en aquella persona, que aun estando al lado de aquello en el suelo no se interesó en verlo, pero nuestra presencia seguramente llamará su atención y le permitirá despertar de esa nube inconsciente, logrando ver que estaba a su alcance algo que él o ella pudo haber recogido para mejorar el entorno, es lo que conocemos por el nombre de “Despertar conciencia”. Queridos y apreciados lectores, en nuestras manos está la posibilidad de no formar parte del grupo de personas que perdemos el tiempo quejándonos y buscando a quien culpar por aquellas cosas que no son de nuestro agrado y que aun estando al alcance de nuestras manos no hacemos nada por mejorarlo a través de nuestras acciones, solo por el simple hecho de pensar que a otro le corresponde hacerlo. Miremos nuestra vida como el café o el té que nos gusta, reconociendo que sólo nosotros sabemos cómo nos agrada y buscamos disfrutar de él a nuestra manera. La mejor manera de disfrutar de nuestra habitación, oficina o lugar, es acondicionándolo a nuestro gusto, poniendo los adornos y colores que son de nuestro agrado, nada mejor que escuchar la música que nos gusta, que ir de paseo a donde nos sentimos en la libertad de estar en ese ambiente que nos llena de emoción, pues así es la cotidianidad de la vida, sólo en nosotros está la posibilidad de desear y hacer todo lo que sabemos es necesario para estar donde nos visualizamos. No cambiaremos el mundo, pero si podemos encontrar un mejor sentido a nuestras vidas al sembrar conciencia por un mundo mejor y más humano.

Héctor Baptista, Facilitador de Pensamientos Reforzadores de Vida, Practicante del Círculo de Realización Personal (CRP) en instagram por @mensajes_del_corazon_hb 



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