DEPENDE DEL ÁNGULO CÓMO LO MIRES
“Es mi punto de vista”, “Así lo veo yo”, “No puedo
creer, que no veas lo que veo yo”. Indudablemente si no hemos empleado algunas
de estas frases, seguramente han llegado a ser percibidas por nuestros oídos. Hoy
hablaremos de esa percepción que tenemos como seres humanos en relación a un
objetivo en específico, en donde se impondrán distintos factores que comúnmente
empleamos cuando nos disponemos a observar, opinar y hacer algo relacionado al punto en evaluación, pues todo estará limitado
a nuestro estado de ánimo, nuestra cultura, el interés que pongamos en ello,
nuestro nivel cognitivo, el lugar o ambiente en donde nos encontremos e
inclusive de la manera como aquello nos impacte a nosotros. Una muestra ejemplar
de ello lo podemos apreciar cuando nos encontramos en una situación de “ganar o
perder”, donde sabemos que siempre habrá una óptica para quien le corresponda
protagonizar su papel en el escenario donde se ve reflejado. Por lo general
nosotros podemos inclusive en un momento determinado tener dos o más opiniones
del mismo tema en cual en una oportunidad emitimos una afirmación, esto puede
presentarse por distintos factores, como por ejemplo nuestro estado de ánimo,
en donde si ayer disfrutamos de una grata compañía en un lugar maravilloso, hoy
podría cambiar algo que nos mueva las emociones y posiblemente tengamos otra
opinión sobre los elementos evaluados. Igual ocurre cuando pensábamos algo
sobre un tema o persona y luego que obtenemos mayor información por las
distintas fuentes que alimentan nuestro conocimiento, reconocemos que nuestra
primera opinión era carente de aquello que en el presente no hace reajustar
nuestra opinión. Así podría dar infinitos ejemplos entre lo que una persona
pudiese visualizar ante otra sobre un mismo tema. Queridos y apreciados
lectores, en otros escritos comenté a nivel reflexivo entré la visión del
águila y el ratón “El Águila tiene una visión desde la altura muy distinta a la
del Ratón quien desde su punto en tierra percibe a un objetivo en específico
según su condición”, se podría decir que ambos ven y perciben en aquel objeto
desde la valoración, de acuerdo a su naturaleza, ángulo y momento como pudieron
fijar su atención, el Ave vería todo con la seguridad que le caracteriza,
mientras que el pequeño roedor estaría naturalmente viendo aquello cuidando no
exponerse a los riesgos de ser presa fácil. “No todo lo malo es tan malo”,
“Todo lo malo tiene un factor positivo”, aquí una acción optimista de quienes
optamos por ampliar nuestro campo visual intentando ver aquello que centra
nuestra atención desde distintos puntos de vistas y ángulos de manera de
intentar tener una opinión un poco más amplia y ajustada a las distintas
visiones que pudiese ser objeto aquello que evaluamos. Los seres
humanos tenemos la particularidad y bendición de sentir, visualizar, valorar,
apreciar, aceptar, opinar y actuar de manera distinta sin perder con ello el
valor fundamental de hacer el bien. Pero es posible que podamos ser vistos de
manera superficial sin que se conozca en detalle la raíz de nuestra fortaleza
humana. Pues como indiqué al inicio de mi escrito como seres humanos tenemos la
particular manera de sentir y vivir de modo diferente cualquier situación. Aquí
entra en contexto aquel tema que en otras oportunidades hemos compartido “La
Verdad”. Cada persona tiene desde su punto de vista aquella percepción y
valoración de acuerdo a su entorno, costumbres, ambientes, situación personal,
entre otras infinidades de condiciones que forman parte de las bases de su
conducta y actuación. Recordemos que todo dependerá del ángulo con el cual decidimos mirar.
Héctor Baptista, Facilitador para crear
Pensamientos Reforzadores de Vida. Practicante del Círculo de Realización
Personal (CRP). Sígueme por Instagram y Facebook a través de
@mensajesdelcorazonhb Asesorías y Orientaciones a través del email:cuandohablaelamor1@gmail.com
Comentarios
Publicar un comentario