SOLTÉ EL PESO DEL TEMOR
Sabemos que hay situaciones, momentos y personas,
que por alguna razón no deseada, tocan nuestra sensibilidad, despertando en
nosotros esa terrible emoción que conocemos como el miedo, en la cual si no
buscamos superarles, marcarán de alguna manera negativa nuestras vidas.
El temor, la
angustia o el miedo, no es más que el enemigo a vencer, donde inclusive suele
ocultarse muy bien, como por ejemplo en personas que externamente muestran no
temer a nada, pero al rechazar o evadir alguna situación o ambiente en
particular denota que internamente le invade el miedo.
Esa sensación de temor nos puede sacar por momentos
de nuestro espacio de confort y seguridad, por lo cual es importante no
permitirle que haga en nuestra vida esa morada donde pueda mantenernos
arrinconados en un ambiente oscuro, adsorbiendo nuestra energía.
No todo lo que sentimos asociado al temor, es
negativo, pues esos momentos son necesarios para impulsarnos hacer esos cambios
estructurales en nuestra manera de pensar y accionar luego de aquella sacudida
emocional, que nos impulsará a buscar una oportuna salida a esa situación
emotiva que nos bloquea.
Queridos y apreciados lectores, ¿Qué pasa cuando sostenemos
en una de nuestras manos una bolsa con algunos elementos en ella?, sabemos que
al cargarla por mucho tiempo, sentiremos la necesidad pasarla de una mano a la
otra, hasta que por fin llegamos al lugar de destino y soltamos aquello que
durante el recorrido de forma sorprendente nos pareció que adquiría más y más
peso.
Bueno así son esas situaciones que no son de
nuestro agrado, en donde nos corresponde
tomarla por el momento que requieren y nada más, sabiendo que debemos soltarla
y vaciar el contenido de aquella bolsa que tanto nos pesó. Lo importante es no
tener resistencia a soltar lo que nos pesa, pues de ello dependerá nuestro
bienestar mental, físico y espiritual. Reconozcamos que no nacimos para ser una
máquina de carga, pues nacimos para disfrutar de ser humano y vivir feliz, así
que soltemos los temores y reconozcamos que solo se crece al superar los obstáculos.
Recordemos que cuando nacimos no sabíamos caminar y
nos tocó ir preparando nuestro cuerpo a tal punto de sentirnos seguros y
arriesgarnos a dar aquel primer gran paso. Recordemos que no sabremos qué hay
detrás del telón hasta que nos dirijamos a él y lo levantemos.
El sentir temor no es malo, no así el arrinconarse
a no reconocerle, a no desear entender el mensaje que nos brinda aquella
angustia, pues al final si deseamos avanzar tendremos que enfrentar y superar a la invasora sensación. Si hoy notamos que no nos avanzamos,
reconozcamos que estamos frente a algo que tememos, así que la tarea es
aprender a dar ese paso que nos brinde la confianza de valernos por nosotros
mismos, para llegar a donde anhelamos.
“Dejaré volar los temores que no me permitían
disfrutar de la vida”.
Héctor Baptista, Facilitador para crear
Pensamientos Reforzadores de Vida. Sígueme por Instagram y Facebook a través de
@mensajesdelcorazonhb Asesorías y Orientaciones a través del
email:cuandohablaelamor1@gmail.com
Comentarios
Publicar un comentario