SÉ QUE PUEDO EVITARLO, PERO ¿CÓMO HAGO?

Si logramos ver que se aproxima aquella ola de grandes proporciones y simplemente nos limitamos a quedarnos a la espera que ella rompa con su fuerza en nuestro cuerpo, no debemos luego quejarnos por sentir que nos movió y revolcó a placer, pues pudimos haber actuado a tiempo y cambiar el resultado de aquello que inevitablemente era obvio.

Así sucede con aquellas cosas que sabemos no son convenientes (las olas) y a pesar de que las vemos venir, nos quedamos inertes a la espera que ellas nos causen daño, al no escuchar nuestra voz interior que nos advirtió con tiempo.

Queridos y apreciados lectores, temer es una característica que podemos sentir y tener todos los seres humanos, sin embargo esperar que aquello a lo que tememos nos invada y afecte directamente es realmente perjudicial, dado a que denota que carecemos del valor, confianza y seguridad personal, para tomar las medidas que nos permitan cambiar de posición y ubicarnos en un lugar más seguro y sólido.

En ese sentido lo primero que podemos hacer para evitar aquella ola es el aprender a respetarnos, valorarnos y amarnos, a tal nivel que siempre busquemos ubicarnos en un lugar favorable, en donde tengamos la ventaja de adelantarnos y ver en aquella playa que posiblemente al inicio nos pudo atraer, su fuerte oleaje y sencillamente no arriesgarnos a exponernos a pasar un incómodo y arriesgado momento, al intentar imponernos, complacer, retar o ceder, por falta de convicción.

Cuando aprendamos hacer caso a las advertencias de nuestra voz interna, comenzaremos a darnos cuenta que no seremos nuevamente embestido por aquella ola que se podía apreciar a distancia.

Héctor Baptista, Facilitador para crear Pensamientos Reforzadores de Vida. Sígueme por Instagram y Facebook a través de @mensajesdelcorazonhb Asesorías y Orientaciones a través del email:cuandohablaelamor1@gmail.com



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