MUÉSTRAME TU MIRADA Y TE DIRÉ QUIÉN ERES

Para nadie es un secreto que aquello que deseamos ocultar puede ser delatado a través de las ventanas del alma, pues los seres humanos somos totalmente visuales y por medio de las miradas nos comunicamos de manera perfecta. El contacto visual siempre será importante en el desarrollo de cualquier actividad o intercambio con otra persona. Es posible puedan identificar nuestro estado emocional tan solo con detallar nuestra expresión visual. Si alguien nos mira fijamente entramos en modo alerta y automáticamente somos recíprocos en fijar la mirada en modo de defensa, sólo en los casos de tener el valor de enfrentar los temores y retos, pues evitamos ser intimidados por nuestra propia naturaleza, sin embargo es posible que sea tan penetrante la mirada que busquemos rápidamente evitarla por el temor que ella logre descubrir aquello que deseamos ocultar. Cuando los ojos hablan encontramos aquellas verdades en forma de sensibilidad que normalmente el cuerpo suele ocultar. Hay inclusive personas que tienen desarrollado el poder visual a tal punto que sólo con observarnos logran saber cuál escáner quienes somos y cómo sentimos. “Apenas le vi y supe que era la persona correcta”, “No me puedes mentir pues lo descubrí en tú mirada”, “Anda dime y deja salir lo que veo en tus ojos”, “Te sonríes pero tus ojos reflejan que no es sincera esa sonrisa”. Definitivamente hay situaciones que podemos percibir de inmediato con tan solo estar atentos de los detalles de una mirada. Queridos y apreciado lectores, a través de aquellos ojos, sabemos si podemos avanzar en ir un poco más allá cuando estamos compartiendo con esa persona que nos gusta, pues suele ser una mirada exploradora de sutiles toques de detallarnos, mostrando ese brillo especial que solemos lucir cuando estamos frente a ese ser que nos pone a volar las emociones. En aquella mirada podemos igual prever ser víctima de algún intento de aprovechamiento de nuestras buenas intenciones. Nos podemos conectar en la sensibilidad del sentir aquello que le ocurre a determinada persona que desnuda su sentir a través de su mirada. No es igual mirar que ver, busquemos desde ahora realmente aprovechar ese sentido tan perfectamente intuitivo que nos puede brindar la seguridad de tomar las más acertadas decisiones de vida. Confiemos en lo que vemos, muchas veces percibimos algo a través de nuestros ojos y coloquialmente “Nos hacemos la vista gorda” y es allí donde luego nos reclamamos por los resultados posteriores que aun habiéndoles identificado en forma de sospecha no quisimos confiar en nosotros y terminamos recordando que algo vimos previamente que nos decía que tuviésemos cuidado. También sabemos de las conexiones visuales entre personas que suelen tener esa sincronización por la experiencia de compartir durante un tiempo de forma transparente como suelen ser las parejas y amistades que ciertamente saben conectarse y comunicarse cual códigos secretos de miradas. Detallemos todo, ampliemos nuestro campo visual, levantemos el rostro pues hasta los aprovechadores de oficio están pendientes de quienes van por la vida evitando miradas, para allí centrar su intención de sacar lucro de quien pensó que ir viendo al piso le evitaría ser abordado, hasta en eso es importante estar atentos y dispuestos a ver y detallar el entorno. Mostremos quien somos a través de nuestras miradas y seguramente quien nos observa seguirá nuestros pasos y se dejará ver tal como es.

Héctor Baptista, Facilitador de Pensamientos Reforzadores de Vida, Practicante del Círculo de Realización Personal (CRP) en instagram por @mensajes_del_corazon_hb 



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