DESCONFIAR EL PRINCIPIO DEL FIN

“El que no cuida lo que tiene”, un refrán que se orienta a valorar las personas y tesoros que poseemos, donde por lo general no apreciamos nuestra fortuna de tenerles hasta cuando por culpa de nuestras acciones les perdemos, sin embargo en las relaciones afectivas no podemos confundir el cuidar con el desconfiar. Por ello lo importante de Controlar los impulsos de querer saber y averiguar todo sobre nuestras parejas, donde sabemos que la mente cuando se activa en buscar, termina encontrando, pues nuestra naturaleza de querer confirmar algo concluirá asociando a nuestro deseo cualquier elemento que termine siendo esa posible alerta, en forma de un quizás, que cambiará nuestro estado emocional con respecto a nuestra pareja. Por ello lo importante de diferenciar los Celos con respecto a la Inseguridad.  Cuando erróneamente actuamos con acciones tales como: Chequear los celulares, las cuentas de redes sociales, la manera suspicaz como se viste y arregla nuestra pareja cuando saldrá sin nosotros, entre otras un poco más exageradas que evidencian la inseguridad de quien lo practica, cuando hasta sigue cual detective a su pareja, llegando al extremo de hasta a tender trampas, todo con el propósito de buscar aquello que en el fondo a pesar que externamente dice que no desea, inconscientemente lo atrae hasta el punto de confirmar que esa persona le engaña o le traicionó, allí no hay celos, allí yace la desconfianza. No es que “Todos los hombres son iguales”, ni que las damas sean catalogadas con el mismo calificativo, pues es injusto juzgar a seres humanos como nosotros, sólo por malas acciones de algunas personas. El principal error que podemos cometer es formalizar una relación sin estar seguro (a) de nuestra pareja y que ella lo esté por nosotros, pues de lo contrario dejaremos abierto el escenario para esas momentos indeseados de sentir que nuestra pareja no está segura y que constantemente desconfíe de nosotros. Queridos y apreciados lectores, en las relaciones de parejas se requiere más allá del afecto conocido como el amor, ser muy inteligentes sin que esto sea “hacernos de la vista gorda”, pues debemos primero blindar nuestro ser con esa seguridad personal, así como la confianza y la valoración por el grandioso ser que somos. Si pensamos que otra persona nos va a quitar nuestra pareja, evidenciamos que no estamos seguros de nuestras cualidades y encantos que funcionaron perfectamente en su momento de la conquista. Cuando hablamos de la inteligencia me refiero que muchas veces tanto el hombre como la mujer al dejarse empañar en su vida sentimental con la monotonía del día a día, descuidamos de esos Encantos y Cualidades que les comentaba anteriormente, donde si no existe esa comunicación sincera de parte y parte creamos las condiciones para que nuestra pareja no se vea atraída por nosotros como solía estarlo, es allí donde somos responsables al descuidar ese atractivo que le gustó a ese hombre o a esa mujer que nos acompaña y donde por no querer aceptar que fuimos los responsables de los cambios que dieron pasos a estar en el riesgo de perder a ese ser que amamos, abriremos las puertas para que salga de nuestras vidas, en este caso si aplica perfectamente el refrán con el cual hago introducción al tema de hoy. Cuidemos lo que conquistamos y atraemos, pues de lo contrario experimentaremos en primera persona ser parte de aquella película que inició llamando la atención y que luego al perder su hilo conductor que nos atrapó, notamos que finalmente no era lo que pensábamos y terminamos cambiando el canal, buscando otra programación que si tenga una estructura que de principio a fin nos guste, la cual nos haga desear esperar la próxima temporada para seguir disfrutando de la felicidad de sintonizarnos con aquella serie. Igualmente es muy importante sanar heridas y experiencias vividas anteriormente, donde pudimos salir afectados, aquellas que nos pudiesen habernos transformados en personas desconfiadas e inseguras. Si no superamos esa mala experiencia vivida de manera consiente aceptando que fue algo que de alguna manera creamos, nos seguiremos tropezando con la misma película, solo que con otros actores. Así que valoremos lo que tenemos, cuidemos a nuestra pareja cuidándonos primero a nosotros.

Héctor Baptista, Facilitador de Pensamientos Reforzadores de Vida, Practicante del Círculo de Realización Personal (CRP) en instagram por @mensajes_del_corazon_hb 



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