HABLANDO
CLARO
Sabemos que
luego de expresar a viva voz aquello que decidimos exteriorizar, seremos
responsables de las manifestaciones que se evidencien luego de ser recibidas e
interpretadas por quien logró escuchar lo que dijimos. Por ello lo importante
de hablar sin presión, sin estar bajo los efectos de las emociones, esas que pudiesen
elevar o disminuir dependiendo de nuestro control emocional creando esos
posibles inconvenientes causados por no haber medido la magnitud de lo que
dejamos fluir en el momento. Comunicarnos es realmente la mejor herramienta
para las distintas relaciones humanas, sin embargo es importante preparar
nuestro ser para que sea esa persona que logre siempre expresar con equilibrio
y coherencia lo que realmente deseamos. Ser impulsivo suele traernos
complejidades que dificultan que podamos relacionarnos de la mejor maneras con
otras personas, afectando lógicamente el entorno, laboral, social y familiar. No
por ello debemos darle la aceptación a ese refrán que promueve al no actuar y
preferir ser de los que no opinan, “En boca callada no entran moscas”, pues así
igual jamás avanzaremos en nuestra evolución y crecimiento personal, pues con
ello alimentaremos ser ese tipo de personas inseguras, tímidas, desconfiadas, temerosas,
que vamos por la vida evadiendo todo, para que sea otro el primero que hable y
luego al percatarnos que expresaron lo que pensábamos, sólo nos queda el
reconocer que teníamos razón, cuando vemos que otra persona manifestó su punto
de vista y acertó en la aceptación de lo que pensó. “Si lo hubiese dicho”, “Yo
tenía razón”, “Me molesta el haberme quedado callado (a)”. En estos casos
fuimos nosotros por nuestra inacción que permitimos que otro diera un paso al
frente y se destacara. Queridos y apreciados lectores, definitivamente es
importante comunicarnos, pero con el equilibrio de no buscar imponer y golpear
con las palabras, igual teniendo cuidado de que cuando estemos altamente
involucrado con nuestras emociones, sepamos utilizar los verbos que no ofenda u
altere emocionalmente a otra personas, por ejemplo si estamos eufóricos por una
victoria deportiva o un logro particular y no moderamos nuestra alegría, efectuando
comentarios que sin estar alejados de nuestra motivación y excitación, fácilmente
pudiésemos lastimar a quien por otra parte no corrió con la misma suerte de
obtener ese logro que anhelaba. Así que ser humilde en la administración de
nuestros logros al comunicarnos siempre traerá buenos resultados siendo
reconocidos como maravillosos seres humanos obteniendo además respeto. Por otra
parte si estamos emocionalmente molestos y nos cegamos al hablar bajo la presión
de aquello que nos desencajó de nuestro talante, seguramente heriremos a
quienes no tienen la culpa y luego de haber lanzado el dardo, sólo nos quedará
ser responsables en aceptar y asumir las consecuencias de aquello que no
supimos controlar al hablar. Hay inclusive personas que suelen querer destacar
con ser el informante de lo que nadie desea saber y simplemente le conocemos
como “Chismosos”, evitemos en verdad ser parte de esas personas que con sus
acciones son tratadas con cuidado, pues simplemente quienes no deseamos ser
parte de sus historias nos alejaremos de ella y finalmente quedará sola y
confinada en el desprestigio como ser humano. Así que hablemos claro desde el
corazón y con la razón, que con la verdad y el respeto ganamos todos.
Héctor
Baptista, Facilitador de Pensamientos Reforzadores de Vida, Practicante del
Círculo de Realización Personal (CRP) en instagram por @mensajes_del_corazon_hb
Asesorías y Orientaciones a través del email:cuandohablaelamor1@gmail.com
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