EL PESO DE UN EQUIPAJE QUE NO ES MÍO

¿Valdrá la pena asumir una responsabilidad o una carga emocional que no es nuestra? Aunque parezca extraño suele ocurrir que por estar pendientes de todos vamos cual asistente humanitario adsorbiendo los problemas y responsabilidades de otras personas hasta el punto de adoptarlas y vivirlas como si fuesen nuestras, pero tengamos cuidado ello realmente es perjudicial para nuestro perfecto desarrollo emocional, físico y psicológico. Ayudar a otros es un hermoso acto humano, ello es perfecto, sin embargo no podemos confundir una ayuda con asumir la carga de otro. Por ejemplo sabemos que podemos hacer la tarea de nuestros niños y logramos que ella quede perfecta a tal punto que obtenga la mejor calificación, pero en el fondo hacemos un daño a nuestros muchachos, pues con ello no le estamos brindando su oportunidad de resolver y aprender, luego seguramente seguiremos asumiendo el querer solucionar sus tareas, llegarán a la universidad, inclusive se casarán y allí estaremos intentando solventar todos los problemas y responsabilidades propias de ellos, pensando erróneamente: “Es que no quiero que mis pequeños pasen trabajo”. Veámonos entonces en el espejo y seamos honestos, somos lo que somos ¿por qué alguien nos facilitó hacer nuestras tareas de vida? o somos lo que somos debido a que aprendimos hacer las cosas con la orientación de un buen guía y nos dedicamos asumir nuestras responsabilidades. Igual sucede con las emociones, cuando asumimos el dolor de otro y lo hacemos nuestros, con el peligro de llegar a perder nuestra propia luz. Es por ello que debemos tener la fortaleza emocional para poder discernir la diferencia entre ayudar y asumir la carga de otra persona. Queridos y apreciados lectores, en verdad ¿será necesario albergar una tristeza por algo que realmente no está al alcance de nuestras acciones? Desde nuestra llegada a este mundo vamos viviendo y sintiendo un día a la vez, así que busquemos hacer de ellos una oportunidad para disfrutar y aprender, en vez de entristecernos y restar emoción, busquemos sumar alegrías y encontrar bellos motivos. Ciertamente los problemas son situaciones necesarios para poner a prueba nuestra capacidad de solucionarlos, que indiferentemente al nivel de la adversidad que se nos presente sabremos resolverla, siendo importante identificar que si no es solucionable por nosotros, es porque aquello depende de otra persona. Sepamos acompañar y ayudar a quien necesita, teniendo siempre presente que no debemos hacer la tarea por otros, pues con ello no le permitimos crecer y aprender a quien le correspondió asumir una responsabilidad y por otra parte corremos el riesgo de restar felicidad a nuestra vida. Recordemos que cada quien debe llevar su equipaje y colocar en su maleta lo que sabe será necesario y puede soportar en su viaje.

Héctor Baptista, Facilitador de Pensamientos Reforzadores de Vida, Practicante del Círculo de Realización Personal (CRP) en instagram por @mensajes_del_corazon_hb 




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