UN PÉTALO
HECHO PIEL
Tocar la
piel. Una manera sublime de sentir y hacer sentir a través del contacto
afectivo que compartimos con esa persona que logró luego de ese hermoso tiempo
compartido, despertar en nosotros el deseo de intercambiar nuestros sentimientos
por medio aquel sutil acercamiento corporal. Con ello logramos conectarnos con
los sentimientos, emociones y sensaciones fundamentales para llevarnos a ese
nivel sensorial único y mágico. Una piel bendecida por una caricia transparente
y sincera, puede mostrar cuando se Eriza que fue atrapada por aquella
afrodisíaca conexión que logró hacerla, ceder y elevar a un nivel superior sus
deseos afectivos. Somos seres amorosos, por lo tanto nos gusta que nos
demuestren cariño y afecto. Podemos tocar y ser tocados a través de ese abrazo,
que sin llegar literalmente hacer contacto con nuestra piel, nos eleva a un
nivel superior, manifestándose con esa fuerza inexplicable que abriga y mueve todo
nuestro ser, igual nos pueden tocar la piel con una mirada que nos desnuda o el
sutil roce del soplido en alguna zona específica de nuestro cuerpo, que
automáticamente nos activa la hormona de Oxitocina, la cual además de
fortalecer los vínculos afectivos y placenteros, posee la capacidad de producir
empatía, permitiéndonos con ello conocer las emociones de quien deseó tocar
nuestra piel y con ello elevamos a un nivel especial querer responder
afectivamente. A través de ese contacto que permitimos recibir en nuestra piel,
podremos evidenciar si esa persona tocó y descubrió eso que nos gusta sentir y
que deseamos llevarlo con nosotros por largo tiempo. Queridos y apreciados
lectores, en las relaciones afectivas es importante dejarnos atrapar a través
de la magia de los sentidos, esos que nos permitirán la creación de aquel
ambiente especial en ese instante bonito y romántico, que de paso a ese
acercamiento a nivel de piel. Para sentir sólo hace falta estar conectados y
saber que frente a nosotros yace un ser hermoso que despertó el deseo de ser
explorado y conquistado. Desde un estrechar de unas manos sudorosas por el
divino nervio de entrelazar sus dedos, en aquel abrazo sentido y prolongado, al
sentir aquellas manos acariciar nuestro cabello, apreciamos en el brillos de
aquellos ojos que nos acompañan ese instante mágico y acogedor que
definitivamente nos indican que estamos en el lugar perfecto con la persona
perfecta. Admiremos y amemos el valioso tesoro que descubrimos en aquella
persona que al tocar nuestra piel, nos cambió la vida por completo, pues ciertamente
allí encontramos aquella caricia de un pétalo hecho piel, que logró mover
nuestros sentidos haciéndonos suspirar de Amor.
Héctor
Baptista, Facilitador de Pensamientos Reforzadores de Vida, Practicante del
Círculo de Realización Personal (CRP) en instagram por @mensajes_del_corazon_hb
Asesorías y Orientaciones a través del email:cuandohablaelamor1@gmail.com
Comentarios
Publicar un comentario