LIBERARNOS DESDE EL PERDÓN


Cuando nos enfrentamos a lidiar con el orgullo, el rencor, la molestia, la soberbia, en aquellas ocasiones en donde sentimos que burlaron nuestra confianza, así como las situaciones donde nos perjudican, nos desprestigian, nos mal ponen o actúan con mala intención, si no estamos preparados mentalmente pare ello, seguramente nos costará muchísimo el poder perdonar a quien en su momento nos desmotivó con aquella acción, traidora, injusta o desmedida. El perdonar es una acción personal que indudablemente demandará de mucha madurez, primeramente dado a que requerirá que nos valoremos y tengamos muchísima seguridad en nuestra concepción personal, así como el estar cociente que no todos tienen la misma visión, ni accionar que nosotros. El acto de perdonar no indica que olvidemos, ni que aceptemos, es simplemente enfocar nuestras emociones y energías en ese beneficio individual, entendiendo que podemos seguir adelante sin bajar la cabeza, orgullosos de tener la moral, los valores y principios, que nos mantendrán en un lugar emocional sólido. Quien faltó deberá soportar el peso de sus acciones, analizar las consecuencias, actuar con madurez, así como asumir la responsabilidad de reconocer su falta, con el propósito de mostrar su honestidad para enmendar y pedir disculpas a quienes lastimó. Queridos y apreciados lectores, albergar un resentimiento luego de haber experimentado un momento que perturbó nuestra estabilidad emocional o sentimental, es una mala decisión, pues allí se hace presente una acumulación de emociones que alterarán nuestro ser, opacando finalmente casi por completo nuestra motivación de seguir adelante en una determinada situación y con ello comenzamos a dudar y pensar erróneamente que si confiamos nos volverán a dañar y lastimar. El perdón no indica que volvamos a confiar y volver a poner en bandeja de plata nuestras bases de vida en quien mostró no valorarla, al perdonar soltamos aquel peso que no nos corresponde, mostrando nuestra madurez y fortaleza. Quien falló tendrá su oportunidad de evaluarse y corregir su error personal y nosotros fortalecer nuestra seguridad, sabiendo que lo vivido, nos brindó una enseñanza que nos permitirá ampliar nuestra visión para cuando volvamos abonar y plantar de nuevo nuestro árbol de vida. Perdonar es sanar desde adentro, perdonar enseña al que falló que cometió un error al no ser honesto consigo mismos y dependerá de esa persona decidir si mejora y corrige para ella y por ella, pues la vida continua y hay personas como nosotros que somos transparentes y merecemos no ser juzgados a priori por el error de otra persona. Igual es importante no darle cabida a esos fantasmas que creamos pensando que volveremos a experimentar aquellas situaciones que nos derrumbaron, perdónate al perdonar, pues no merecemos castigarnos por el error de otro.


Héctor Baptista, Facilitador para crear Pensamientos Reforzadores de Vida. Sígueme por Instagram y Facebook a través de @mensajesdelcorazonhb Asesorías y Orientaciones a través del email:cuandohablaelamor1@gmail.com




Comentarios

Entradas populares de este blog