¡HASTA QUE LLEGASTE TÚ!

Me juré que no me volvería a enamorar”, “Mejor soló (a) que mal acompañado (a)”, “Todos (a) son iguales”, ¿Les parece familiar algunas de estas expresiones?, evidentemente quien en algún momento de su vida se ha paseado o pasea tomado de la mano con estas afirmaciones, lleva en su interior aquella afectación sentimental que le ha costado superar y desarraigar. Sin embargo hoy hablaremos de esas personas que llegan inesperadamente, que sin pedir permiso rompen barreras e invaden el espacio, sacudiendo ese estado emotivo, creando confusión, logrando además con su súbita recalada, que nos encontremos frente al hermoso momento de revivir el deseo de volver a creer y compartir en el Amor. El destino existe, no hay casualidades, quien llega a nuestras vidas siempre tendrá un propósito y una enseñanza que compartir, sin que su estadía esté vinculada a un periodo prolongado en el tiempo. Es posible que esa persona sólo llegue para ayudarnos a salir de aquel vacío perturbador y agobiante, el que se quede o no en nuestras vidas dependerá de varios factores que en esta oportunidad no debatiremos, lo que sí es importante es que fue ella quien tuvo el valor de fijarse en nosotros y devolvernos la emoción y el deseo de volver a sentir la alegría de sonreír desde el interior con la vibración que solíamos tener, pues ese ser maravilloso no dejo de creer en nosotros y se permitió tocar nuestro corazón, para igual tocar el suyo. Queridos y apreciados lectores, indiferentemente de lo que ayer pudo perturbar nuestro corazón, siempre habrá quien llegue a nuestras vidas cual héroe para ayudarnos a reencontrar ese equilibrio y emoción afectiva que en el fondo deseábamos, para retomar el anhelado sentido de la vida. Al negar el Amor, nos estamos engañando a nosotros. Somos seres afectivos y requerimos como seres humanos estar envueltos en ese intercambio amoroso, que motive con su exclusiva energía la fuente inspiradora de crear y compartir en parejas. Al recibir esa visita inesperada e invasora Agradezcamos su presencia en nosotros, permitamos ser rescatados sin confundir y vincular su aporte emocional en nosotros con la obligación de corresponder por ese mismo agradecimiento. No olvidemos que somos seres maravillosos y mágicos, que indistintamente de nuestra forma de pensar y creer, estamos conectados a esa fuente que está presente en todo lo que nos rodea. Así como vivimos, sentimos y de esa manera finalmente nos entregamos al universo, por tanto fuimos nosotros quienes al enfocarnos en vibrar en la frecuencia del amor, atrajimos a quien le gustó nuestro brillo. “Me encontraste tú o te esperaba yo, lo cierto es que nos atrapamos cuando menos esperábamos y nos dimos cuenta que éramos esa pareja que soñábamos cuando encontramos ese equilibro perfecto al comunicarnos compartiendo de manera espontánea y natural”. “Sentí al igual que tú esa conexión en donde confíe y me permití volver a volar en el amor a tu lado”. El amor es hermosamente motivador, en él encontramos esa fuente inagotable de superación, que nos impulsará a ser creativos, ambiciosos y perseverantes en la concreción de esos proyectos de vida que decidimos regalarnos al sentir la lluvia de estar enamorados.


Héctor Baptista, Facilitador para crear Pensamientos Reforzadores de Vida. Sígueme por Instagram y Facebook a través de @mensajesdelcorazonhb Asesorías y Orientaciones a través del email:cuandohablaelamor1@gmail.com


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