UNA ETIQUETA PERJUDICIAL

Cuántas veces se han etiquetado personas injustamente, solo por comentarios y apariencias. Muchas veces nos topamos con personas que hacen juicio de valor sobre otras, sin ni siquiera conocerles, dejándose llevar por comentarios u opiniones que experimentaron terceros, con la intención de transferir a quienes les prestan atención aquel modelo a denigrar y rechazar por una experiencia vivida que no es nuestra. “No te recomiendo que conozcas a esa persona”, “Te advierto que si tratas a esa persona te olvidas de mi”, recordemos lo importante de conocer a la persona que nos trata de advertir sobre la característica de otro ser humano, pues es común en círculos laborales, de grupos de amigos, en reuniones sociales, toparnos con personas que le gusta etiquetar a otros para prejuzgar y ambientar todo a su conveniencia. Así que tengamos cuidado en no ser parte de una planificada intención de alguien, que a priori desea desprestigiar a otra, solo para buscar destacar o vengarse de una situación que le tocó protagonizar con quien ocupa el centro de su conversación. Recordemos que somos seres humanos, que es posible que en algún momento nos equivoquemos, que hay que estar en un lugar determinado para poder opinar sobre la reacción de otra persona. Queridos y apreciados lectores, los juicios de valor son perjudiciales, en quien se le intenta etiquetar con un calificativo y para la persona que suele desprestigiar a otra, así que tengamos cuidado de no formar parte del juego de una cadena, sin saber ciertamente que lo que podríamos referir es real. Recordemos que cuando vivimos un experiencia que no es de nuestro gusto con otro ser humano, automáticamente bloqueamos cualquier canal que nos vuelva a conectar con él y eso se puede entender, sin embargo fue nuestra experiencia, en base a lo nosotros propiciamos para que aquello que nos afectó llegara, no olvidemos que nada llega de manera fortuita, pues todo se materializa en base a las condiciones que promovemos. Los seres humanos somos muy diferentes, cada uno de nosotros tiene una manera de percibir, sentir, compartir, apreciar, amar, pensar, expresar y hacer las cosas, de manera que cuando alguien se muestra contrario a nuestro patrón de auto análisis, automáticamente lo catalogamos como persona de cuidado y es allí donde debemos comenzar a trabajar en aprender aceptar a las personas como son, reconociendo que no somos dueños de la verdad, dando la oportunidad que es posible ver desde otro punto de vista algo que nosotros consideramos de una manera en particular y que no por ser contrario a lo que pensamos, debemos marcar negativamente a ese ser humano que a su manera se muestra. “Nos gustaría que nos tratarán así”, esa es una pregunta que deberíamos hacernos antes de intentar difundir una opinión perjudicial sobre otra persona. Advertir a nivel familiar y de amistad, es valedero sólo cuando la información que intentamos hacer llegar a esa persona importante para nosotros, tiene fundamentos sólidos, probatorios y contundentes, evitando el “A mí me dijeron”, en estos casos debemos igual respetar a la persona, permitiendo que sea ella quien tome la decisión de que siga su camino o haga las correcciones que a bien considere. No seamos personas que nos prestemos a ser eco de algo que no conocemos. No te sumes a una cadena que no te consta.

Héctor Baptista, Facilitador para crear Pensamientos Reforzadores de Vida. Sígueme por Instagram y Facebook a través de @mensajesdelcorazonhb Asesorías y Orientaciones a través del email: cuandohablaelamor1@gmail.com





Comentarios

  1. Solo son expresiones que alimentan mí Ser. No por casualidad llegue a este espacio y leí lo que mí subconsciente quería que leyera. Lo atrajeron y lo acepto en mí verdad. Gracias

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    1. Muchísimas Gracias por tus bien claras y acertadas palabras. Saludos!!

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