ERA NECESARIO PERDONAR PARA DECIR ADIÓS
Es posible que aquellas rupturas afectivas, laborales, sociales y hasta
familiares tengan en el fondo algo que nos presiona cual astilla en el dedo y
ello es producto a que justamente aquel dolor incomodo que podemos sentir tiene
en el fondo una acción u expresión por la cual sentimos que nos hace falta el perdón.
Por lo general cometemos el error de ser acumuladores de soportar pesos y
cargas que no son de nuestro agrado, sólo para no hacer sentir mal a esa
persona que comparte con nosotros, siendo esto la principal causa de las disoluciones
de los distintos vínculos que podemos compartir con otras personas. Por ello lo
importante de ser honestos, sin necesidad de actuar brusca y groseramente con
aquel ser que difiere en sus gustos y conductas con nuestra manera de vivir, sentir
y pensar. Todo es cuestión primeramente de aceptar (permitir) que existan
conductas y concepciones distintas a las nuestras, entendiendo que no por ello tenemos
la obligación de adoptarlas a nuestra forma de vida, pues se trata de mantener
siempre el equilibrio emocional, afectivo y personal que nos caracteriza tal
cual como somos y que igual requerimos seamos respetado por los demás. Queridos
y apreciados lectores, hablar a tiempo ante una situación que nos incomoda en las
acciones vinculadas a esas relaciones personales con otros seres humanos, nos permitirá
evitar que inconsciente mente hagamos o digamos algo que al final nos pese y
luego sintamos la necesidad de pedir y obtener el perdón. Sabemos que cuando
estamos fuera de nuestro control emocional solemos expresar y hacer cosas que
no son propias de nuestra conducta habitual y justamente eso que hacemos se
manifiesta como una manera desesperada por no escuchar nuestro sentir, ese que
a tiempo nos advirtió que algo no era de nuestro agrado y que decidimos dejarlo
pasar (acumular), creando así las condiciones perjudiciales de un accionar erróneo
de nuestra parte, que pudimos evitar si hubiésemos tenido el valor de reconocer
que más allá de nuestro deseo aquella persona no era compatible con nuestra
manera de vivir y pensar. Nadie está obligado a pensar, sentir, compartir y
vivir a la manera de otra persona, pues al hacerlo nos asegura en el tiempo una
ruptura dolorosa. Sin embargo entendemos que como humanos erramos y debemos
reconocer nuestras equivocaciones aceptando las responsabilidades de nuestras
acciones y es allí donde inteligentemente debemos pedir perdón y saber perdonar
para así tener esa estabilidad y equilibrio emocional que finalmente nos permitirá
reorganizar nuestra vida. El perdón en su contexto nos permitirá avanzar y
lograr aquellas metas que nos proponemos. Si deseamos un mejor empleo, una
estable relación amorosa, debemos actuar sin rencores, remordimientos, iras, soberbias,
pues de lo contrario estaremos atrapados bajo la tortura de esos resentimientos
que serán siempre dañinos para nosotros. Aprendamos primeramente aceptar
(permitir que los demás son como son y no debemos intentar cambiarles a nuestra
conveniencia, así como amarnos y no dejar que intenten alterar nuestra
personalidad, para la conveniencia de otra persona), así como aprender a
comunicarnos, con esas dos herramientas de trabajo personal, lograremos atraer
a nuestro entorno aquello que deseamos, recordemos que esa relación que hoy le
decimos adiós, nos había indicado con tiempo que no era para nosotros y que por
nuestro capricho de intentar cambiar al otro o permitir que intentaran
cambiarnos, nos identificó con la reflexión de este escrito.
Héctor Baptista, Facilitador para crear Pensamientos Reforzadores de
Vida. Practicante del Círculo de Realización Personal (CRP). Sígueme por Instagram
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través del email:cuandohablaelamor1@gmail.com
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