ME IMPONDRÉ ANTE LAS DIFICULTADES

Muchas veces solemos reclamar y hasta nos quejamos de aquellos acontecimientos que en su momento nos parecieron injustos, sin embargo la vida nos presenta a través de sus sabias enseñanzas, que aquello donde en su telúrico movimiento estremeció nuestros sentidos, nace ese nuevo horizonte de oportunidades que cambiará positivamente nuestro entorno, así como el sentido de ver y valorar nuestra renovada vida. “Porqué me pasa esto a mí”, “Hasta cuándo tendré que soportar”, “No me siento a gusto con lo que estoy experimentando”. Seguramente este tipo de frases, recogen nuestro sentir cuando en oportunidades se nos presentan aquellos amargos, incomodos, dolorosos, apremiantes y no deseados momentos de vida, sin embargo al ser parte de ellos, estamos obligados a recibirlos, degustarlos, digerirlos y por su puesto superarlos. En la mayoría de los casos aquello que como piedra en el zapato nos causa daño, sabemos que no tenemos otra opción que quitarnos el zapato, limpiando aquello que en su interior nos incomoda y volvernos a calzar para seguir nuestro camino, sabiendo que esa dolencia al transcurrir del tiempo y con los cuidados que en el caso sean necesarios sanará, a tal punto que hasta le olvidaremos, no así el lugar y el ambiente en donde se introdujo aquella molesta piedra, pues de volver a pasar por ese lugar estaremos preparados para estar pendiente de no transitar por el mismo lugar. Queridos y apreciados lectores, sólo podemos superar aquello que nos impulsa actuar y movernos. Si estamos en un lugar donde se va la iluminación, sabemos que buscaremos la manera de encontrar algún elemento que nos brinde la seguridad de poder visualizar nuevamente. En este caso veamos los problemas como ese bombillo que se quemó y que necesariamente debe ser sustituido para revertir la oscuridad que causó su avería. En oportunidades los seres humanos nos habituamos (acostumbramos) a los ambientes, situaciones, trabajos y en casos a relaciones, que sabemos son molestas e inconvenientes para nuestro bienestar, sin embargo por el temor de no arriesgarnos a lo desconocido, solemos quedarnos estancados en esa zona que nos mantiene agobiados y desmotivados, de allí el nacimiento de tantas preocupaciones, decepciones, quejas, fracasos, inconvenientes familiares, sociales y laborales. Es por ello que estamos obligados hacer esos cambios, animándonos a experimentar la aventura de salir de la zona de conflicto e interactuar con lo novedoso y desconocido que promueve esos cambios positivos que deseamos conquistar. Por ejemplo: La persona que desea una pareja, si se mantiene persistentemente en la queja y en la autocrítica, jamás compartirá su vida afectiva con otra persona, aquella que se conforme con un sueldo y una carga laboral por debajo de su potencial, seguramente vivirá inconforme con sus jefes, quien se encuentre en un lugar que le incomoda y le causa ruido emocional y no busque salir de allí, vivirá desmotivado y triste. Es por ello que les invito a vivir, sentir y aceptar que de todo aquello donde pareciera que nos mueve los sentidos al romperse el equilibrio de nuestro bienestar, nos abre un portal al nacimiento de ese espacio perfecto que nos brindará un nuevo y bello destino de vida. Apartemos el temor y sintamos la seguridad de nuestro ser que nos dice que tenemos que superar aquello que indicó no ser para nosotros y crecer cual árbol frondoso, regalándonos esa luz renovada que encandilará a todos y nos permitirá ir por ese camino del éxito deseado.

Héctor Baptista, Facilitador de Pensamientos Reforzadores de Vida, Practicante del Círculo de Realización Personal (CRP) en instagram por @mensajes_del_corazon_hb 



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