NO APAGUEMOS LAS EMOCIONES
"No
tengo ánimo", "Me da igual", "Para qué".
Al centrar nuestras vidas en la apatía de no encontrarle sentido a
nada, es sin duda alguna el mejor indicador que nuestra Autoestima
está muy cerca de tropezarse con el piso. Es posible que podamos en
algún momento de nuestras vidas, transitar por emociones agotadoras,
esas que sentimos nos adsorben la energía y hasta pudiesen apagar la
motivación de desear dar el siguiente paso, sin embargo es
importante poder identificar y diferenciar que podemos estar ante una
situación de total reflexión y otra en donde nos conectamos
vibracionalmente con la negatividad apasionada de perder inclusive la
confianza en nuestras cualidades y potencialidades como seres
humanos. Queridos y apreciados lectores, la baja autoestima es
producto a esa lluvia ininterrumpida de descrédito, reclamo,
acusaciones, desconfianza, que asumimos como aquella autoflagelación,
para castigarnos y golpearnos metafóricamente a nivel espiritual y
mental, por el ambiente o situación, que le brindáramos las
condiciones propicias para que se materializaran; lo que sin duda
terminará alejándonos en la soledad de aquel ambiente sin colores y
sin sentido. Crezcamos apreciando las bendiciones que poseemos al ser
auténticos, notables, magníficos; entendamos que somos exclusivos y
muy afortunados de asumir aquella situación, para aprender de ella,
superarla y nutrirnos de la sabiduría durante el proceso vivido. En
otras palabras, para potenciar nuestra autoestima es fundamental
educarnos en pensar y actuar en positivo, teniendo una receptividad
optimista.
Héctor
Baptista, Facilitador para crear Pensamientos Reforzadores de Vida.
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