HABLEMOS DEL AMOR
Entre
la diversidad de personas con experiencias en distintas áreas,
existen aquellas que tienen una nutrida maestría en el ámbito del
amor. Son ellas quienes nos sirven de referencia cual modelo a
seguir, en donde sin importar el lugar y el momento en el cual se
encuentren, nunca pierden su enfoque y valoración amorosa en todo lo
que hacen. Es importante tener claro y no confundir, a una persona
que ha vivido una variedad de momentos vinculados al compartir
afectivo, con aquella que se desenvuelve cual coleccionista de amor;
pues en el primer casos, se trata de aquel ser que nace y se
desarrolla con una visión profundamente amorosa, son ellas las que a
veces las vemos como extrañas, que perdonan, que sin importar lo que
les ocurra, siguen adelante llevando el mensaje honesto,
transparente, humilde, reflexivo, alentador, ejemplar, constante,
firme, definido, siempre unido al infinito amor que les constituye.
Quizás conozcamos a ese tipo de personas que suelen dejar sus
enseñanzas bien marcadas en quien en su camino de vida se topa con
ella, en donde es posible que al instante no perciba o entienda el
motivo por el cual recibió la bendición de toparse con aquel ser de
luz de amor. Por otra parte existen aquellas que valiéndose de una
astucia estéril, suelen aprovecharse por breves momentos de la
inocencia, confianza y gentileza de otras personas que pudieron caer
en la trampa momentánea de aquel engaño amoroso; pero como bien
sabemos la verdad siempre se impondrá y quien suele emplear técnicas
para aprovecharse o beneficiarse de otras por medio del corazón,
existen aquellas que sin tener un interés personal, hacen las cosas
con amor y simplemente se sienten complacidos que al final sus
acciones logren dar fruto en quien de alguna manera llegó a su vida
a través del perfecto destino divino. Queridos y apreciados
lectores, abramos nuestros sentidos, con el propósito de lograr
identificar a tiempo a esos seres de amor que llegan a nuestras vidas
con su sabiduría, su amor y sus deseos de dejar en nosotros algo
bueno y aprovechemos nutrirnos de ellos para ese crecimiento personal
ejemplar que tanto deseamos; en la proporción que logremos
relacionarnos y rodearnos con personas que sumen valores de amor en
nuestra cotidianidad, nos iremos fortaleciendo en tal forma que será
luego imposible que logre acercarse a nuestro entorno personas
opuestas a ese amor verdadero, puro, sincero, abierto, que no tiene
miedo de compartir y recibir las bendiciones de estar en esa
frecuencia del amor verdadero.
Héctor
Baptista, Facilitador para crear Pensamientos Reforzadores de Vida.
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