EQUILIBRANDO MÍ VIDA
Es
importante entender que mientras tengamos un desorden en nuestra
conducción de emociones, pensamientos y labores diarias, nada
absolutamente nada de ellas, encontraran un lugar estable de apoyo
que sirva como medio de sustento para el siguiente paso. Por ello lo
fundamental de que tengamos la capacidad de identificar que estamos
llevando erróneamente la conducción de nuestras acciones, lo cual
repercute en la materialización de aquellas metas personales. Una
vez que logremos visualizar objetivamente el foco que motiva nuestra
dispersión mental, comenzaremos a concentrarnos en lo que realmente
deseamos alcanzar y es allí donde iniciamos el equilibrio espiritual
y mental necesario para poder evolucionar y concretar con asertividad
todo lo que nos propongamos hacer. Queridos y apreciados lectores,
generalmente recae en nosotros, el peso de la responsabilidad de
aquellas cosas que no logramos alcanzar, pues si no estamos
concentrados en ese perfecto equilibrio de pensamiento y emociones,
difícilmente logremos alcanzar nuestros sueños. Por ejemplo: Al
intentar alcanzar una meta y en el proceso nos bombardeamos de
distracciones, ellas nos alejaran del objetivo propuesto, lo cual nos
podrá traer como consecuencia que algo no salga tan bien como
pensamos. Imaginemos un médico que mientras esté operando tenga sus
sentidos y pensamientos en otro lugar o aquella persona que cruza una
calle teniendo sus pensamientos o vista puesta en otra cosa que no
sea la vialidad. Sabemos que en ambos ejemplos podríamos tener
consecuencias muy lamentables. De allí lo importante de centrarnos,
con perfecto equilibrio en todas las cosas que nos propongamos hacer,
indistintamente del nivel de riesgo que ella demande, pues hasta en
lo más sencillo como estudiar una materia para un examen, requerirá
de nuestra máxima atención. Busquemos aquel ambiente perfecto, que
nos permita centrar con total armonía nuestros pensamientos, igual
de tomarnos un tiempo para drenar cualquier tensión física, mental
y hasta espiritual, pues para encontrar ese punto perfecto que nos
permita desempeñarnos con claridad y asertividad, en todo lo que nos
propongamos ejecutar, es importante que estemos sin elementos
distractores. El equilibrio personal se inicia cuando reconocemos que
estamos en el lugar y ambiente que nos gusta, en otras palabras
cuando decidimos darnos un tiempo de paz, relajación, amor y
tranquilidad para nosotros.
Héctor
Baptista, Facilitador para crear Pensamientos Reforzadores de Vida.
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