¡PRIMERO YO!

Tomémoslo con calma, relajémonos y adsorbamos de lo que recibimos los nutrientes que requerimos para seguir avanzando en la superación personal, el crecimiento espiritual y el fortalecimiento de las emociones positivas que deseamos.  Recordemos que si no logramos estar en el perfecto equilibrio mental, espiritual y emocional, no podremos recibir los mensajes que vienen adheridos en las señales de los acontecimientos inesperados. Si estamos expuestos ante situaciones que  sabemos alterarán nuestras emociones, no le permitamos que ellas saquen a relucir esa respuesta personal que sabemos no corresponde a lo que realmente somos. Así que hagamos una pausa y respiremos, notaremos con ello el efecto maravilloso y  efectivo. Para ello sugiero nos alejemos de pensamiento y en lo posible, de ese ambiente hostil, que perturba con su intención perjudicial nuestra tranquilidad, de manera que podamos nutrirnos del tiempo, mientras pensamos con serenidad, acompañado de ese ambiente placentero, agradable, acogedor, refrescante, que servirá como estimulante, para meditar con calma y sacar de ello las respuestas de vida que indudablemente nos beneficiaran en lo personal. Queridos y apreciados lectores, nadie vale más en este mundo que nosotros, así que no dejemos jamás de cuidarnos y amarnos. Es posible que en la historia de nuestra vida, tropecemos mil veces con esas piedras que marcan y dejan heridas profundas en nuestro ser, sin embargo mientras estemos de manera presente en este mundo terrenal, tenemos la hermosa oportunidad de cambiar el pasado y acondicionar un presente más bonito y prometedor. Pero definitivamente para ello debemos tomar distancia de aquello que nos impacta y altera nuestro sentir, para poder respirar aires nuevos y frescos que nos permitan asumir con energía y claridad de ver las cosas, entendiendo con ello el porqué de lo ocurrido. Pues de ello tomaremos los nuevos retos que definitivamente tendremos que recorrer para seguir creciendo en ese mejoramiento personal, en lo espiritual, mental, físico y emocional.  Pensemos en nosotros y antes de perdonar a otros, perdonémonos, entendiendo que nadie es, ni serás igual, que al final somos ese ser maravilloso y especial que deseamos. No olvidemos, para poder ser alguien para otros, recordemos está afirmación: “Primero yo”.

Héctor Baptista, Facilitador para crear Pensamientos Reforzadores de Vida. Sígueme por Instagram y Facebook a través de @mensajesdelcorazonhb Asesorías y Orientaciones a través del email:cuandohablaelamor1@gmail.com



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