EL EFECTO DE MEDITAR
Por lo general cuando notamos que
las cosas no marchan como deseamos, nos tomamos un tiempo para poder analizar
la situación, con el propósito de reorientar las estrategias y retomar el
camino de nuestra estabilidad emocional. El acto de Reflexionar es un indicador
de sabiduría y madurez, pues de ellas obtendremos luego del reconocimiento y la
aceptación de lo vivido, las acciones necesarias para hacer aquellos cambios
positivos que nos permitan ordenar nuevamente nuestras vidas. Queridos y
apreciados lectores, evitemos culparnos y arrinconarnos con el castigo, cuando
las cosas no salen como deseábamos. Todo, absolutamente todo lo que ocurre en
nuestro entorno es necesario para la evolución y el crecimiento personal que
nos proyectará a representar esa persona que en el fondo deseamos ser. Recordemos
que por medio de aquellos momentos que nos obligaron a tomar decisiones de vida,
hoy nos encontramos aquí. Quedará luego de nuestro análisis, reconocer si las acciones
que tomamos fueron las más acertadas, pero de no ser así, estamos a tiempo de
cambiar el escenario y darle un toque a nuestro favor a ese entorno donde en el
fondo nos vemos protagonizando los nuevos capítulos de vida. No olvidemos que
somos seres valiosos y es meritorio dedicarnos ese hermoso tiempo para contribuir
diariamente a embellecer y hacer más bonito a esa persona única, exclusiva,
maravillosa, hermosa, majestuosa, notable, que por esa bendecida razón de vida
hoy personificamos.
Héctor Baptista, Facilitador
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