UN TIEMPO A SOLAS
Luego de una aguda herida, requeriremos de tiempo para sanar; así de sencillo es esto
de emplear el distanciamiento de todo aquello que perturba en un momento
determinado nuestra estabilidad emocional, física y mental.
Tropezar es de humanos, al igual que rectificar y
evaluar las responsabilidades que pudimos tener, por llevar todo a ese nivel de
riesgo.
En ese sentido lo primero que tenemos que aceptar
es la responsabilidad de haber contribuido en lo acontecido, al crear las
condiciones para que ocurriera lo que hoy nos hace tomar una pausa.
Queridos y apreciados lectores, bien nos hace en
momentos de alta intensidad emocional, distanciarnos de aquellos ambientes de
tensión y mala vibra, sustituyéndolos por un lugar diferente, sano, relajante,
armónico, que nos permita reorientar de nuevo las ideas, para entender lo
acontecido y tener la oportunidad en nuestro reservado espacio, de asimilar las
enseñanzas de vida que obtendremos en ese ambiente de meditación y encuentro
interno.
La paz nace en nosotros, pero para ello debemos
trasladarnos en mente y cuerpo a un lugar vibracional de alto nivel de
optimismo, recordemos que si llevamos dentro de esos pensamientos, sentimientos
o emociones, como el rencor, ira, depresión, por ejemplo, no lograremos darle
la bienvenida a la paz.
En ese caso el mayor esfuerzo estará en
desprendernos de esas nocivas emociones, “pasar la página”, perdonar, lo cual
no es un sinónimo de aceptar, pero sí de madurez e inteligencia al saber que no
volveremos a tropezar nuevamente con aquel obstáculo.
Héctor Baptista, Facilitador para crear
Pensamientos Reforzadores de Vida. Sígueme por Instagram y Facebook a través de
@mensajesdelcorazonhb Asesorías y Orientaciones a través del
email:cuandohablaelamor1@gmail.com
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