HUMILDEMENTE HABLANDO

 

La sencillez puede ser nuestra mejor carta de presentación cuando de valores humanos nos referimos.

 

Si una cosa es admirable en una persona, es la capacidad de poder ser grande por sus cualidades, destrezas, habilidades, logros o riquezas y aún así, no perder la naturalidad que como individuo, le permite destacarse como un ser supremo.

 

La humildad es la respuesta espontánea que poseen las personas de arraigados valores, que tienen como base de sus valoraciones la empatía con el resto de las personas que le rodean.

 

Queridos y apreciados lectores, “no todos los que tienen son y no todos los que son tienen”. Pareciera una expresión sin sentido o contradictoria, pero el fundamento de ese razonamiento va orientado a la capacidad que tienen algunos seres humanos, en identificarse con el prójimo y ser desprendidos de cualquier oportunidad o connotación más elevada que pueda tener ante otros y buscar restar distancia, para estar a un nivel de iguales.

 

Por otra parte están las personas que se le hace casi vital poder tener más que otros, para presumir, alardear o llenar un vacío por carencia, remordimiento, frustraciones, ante situaciones desalentadoras que terminaron afectado una parte interna de su ser. Son éstas personas las que al final están rodeadas de seres humanos  que le siguen por lo que tienen, pero no por lo que son y finalmente terminan estando solas.

 

Ser rico es maravilloso, ser grande y exitoso, no tiene comparación, pues allí yace el horizonte que cada uno de nosotros deseamos alcanzar día a día. Lo importante es no perder nunca nuestra esencia natural, esa humildad que nos hace ser unos seres notables y exclusivos.

 

Héctor Baptista, Facilitador para crear Pensamientos Reforzadores de Vida. Sígueme por Instagram y Facebook a través de @mensajesdelcorazonhb Asesorías y Orientaciones a través del email:cuandohablaelamor1@gmail.com



Comentarios

Entradas populares de este blog