ATRAIGO LO QUE DESEO Y COMO LO DESEO
Todos los seres humanos atraemos a nuestro ser
aquello que desde el pensamientos creamos, pues la Ley de Atracción se activa a
través de nuestro estado mental.
Si vemos personas exitosas y felices es motivado a
que ellas crearon las condiciones mentales con pensamientos positivos, que le
brindaron la confianza de atraer lo que desearon, sin embargo el poder de la
mente es tan amplio que igual podemos ver personas arrinconadas en el fracaso y
la tristeza, producto de su negatividad y poca confianza en sí misma.
No es cuestión de tener buena o mala suerte, eso es
simplemente una excusa que han creado las personas de baja frecuencia
emocional, buscando justificar que todo es producto de la disposición divina,
cuando en realidad no podemos asociar que en la deidad recae el éxito o no de
un ser humano.
Queridos y apreciados lectores, todos somos imanes
y atraemos lo que consciente o inconscientemente pensamos, el poder de la
creación yace en nuestro ser, por medio del convencimiento de aquello que
pensamos, por ejemplo: Si nos convencemos que tenemos mala suerte, que cuando
lleguemos a un lugar no quedará nada para nosotros, que no seremos contratados,
que no tendremos una pareja que confíe en nosotros o en quien podamos confiar,
pues tengamos la seguridad que así como lo pensamos o sentimos nos llegará, si
contrariamente sentimos la seguridad de visualizarnos en la vivienda que
deseamos, con la pareja ideal, con el vehículo que sabemos es nuestro, en la
materialización optimista de nuestra empresa o empleo, pues llegará y no es
cuestión de tener suerte o no, tampoco es porque nacimos bajo un hogar con
dinero o no, todo dependerá de la proyección que pongamos en práctica en nosotros
y por nosotros que finalmente active el imán energético de atraiga lo que
deseamos y como lo deseamos.
Aquello que llega a cada ser humano es atraído
desde el decreto y con la firmeza con la cual se desenvuelve. Un ejemplo de
cómo cotidianamente inconscientemente alejamos lo que deseamos, es cuando
anteponemos un “NO” a nuestros deseos. “Por casualidad no tendrás”, “No
vistes”, “No me digas que”, al emplear el “NO” estamos dándole poder a que
obtengamos una respuesta asociada a lo que no deseamos. Cambiemos la energía
que proyectamos en nuestros deseos y se nos hará más fácil, rápido y seguro de
materializar. Si te cuesta creer sólo prueba y luego me dirás si vale la pena
enfocarnos y proyectarnos positivamente.
Héctor Baptista, Facilitador para crear
Pensamientos Reforzadores de Vida. Sígueme por Instagram y Facebook a través de
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email:cuandohablaelamor1@gmail.com
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