NO HAGO DAÑO, ASÍ QUE NO ME LASTIMES
“El sexo débil”, una conceptualización
errada de aquellos hombres que quisieron imponer a las damas un calificativo
para creer estar por encima de las ellas. En todo caso allí radica esa
debilidad por quien considera que puede existir un ser superior a otro. Hoy hablaremos
del respeto y valoración que nos debemos todos los seres humanos indistintamente
de nuestro género, sin embargo sabemos que lamentablemente hoy en día aún persisten
hombres que desean imponer a la fuerza, su errada creencia de tener derecho de violentar
física, verbal y moralmente aquellas damas que comparten con ellos, pensando
que ellos son los que mandan. Así que maltratadores recuerden que provienen de
una dama como a la que pretenden ofender o vejar. Mujer que hoy te ves
reflejada en el espejo de haber permitido ser víctima de cualquier tipo de agresión,
por parte de aquella persona que pensó tener derecho sobre usted, recuerde que
no es menos que nadie, así que busque recuperar el valor de su autoestima
entendiendo que esas señales dolorosas sólo le indican que debe hacer un alto a
su forma de llevar su vida y buscar hacer esos cambios necesarios para su
bienestar emocional. Ese alto conllevará a tomar decisiones de vida
contundentes en donde debe valorarse usted como ser humano y entender que no
merece estar bajo el tutelaje y dominio de otro ser humano. Es buen momento
para hacer un alto y entrar en el razonamiento de que tanto el hombre como la
mujer nos merecemos respeto. Ambos tenemos nuestras especiales características que
nos hacen ser exclusivos. Queridos y apreciados lectores, si somos parte de
esos caballeros que logramos entender que esa dama que está a nuestro lado no es
un objeto, ni parte de nuestra propiedad, tendremos la fortuna de recibir de
ellas su mejor regalo (amor, comprensión, entendimiento, acompañamiento,
lealtad, honestidad), pues ellas son seres sensibles, que dentro de su
sencillez logran valorar el tiempo y las acciones de buena voluntad que compartimos
con ellas. Atentar física, verbal, emocional y moralmente contra ellas, es un
acto de total cobardía, de quienes pretenden imponer a la fuerza su errada
creencia que esa dama es de su total propiedad. Las mujeres son como esas
mariposas que abren sus alas sólo para volar en su libertad de ser felices, sin
hacerle daño a otras que al igual que ella tiene un colorido exclusivo. Así que
atentar quitarle las alas a esas mariposas es un acto inhumano. Así ocurre
cuando un hombre sin derecho intenta quitarle las alas a esa dama sólo porque
él se cree con derecho a castigar, de imponer su ley, de hacer lo que se
antoje, pues apreciadas damas ese tipo de caballeros no merecen ser tomados en
cuenta para que formen junto a ustedes cualquier tipo de relación es por ello
del dicho “Mejor sola que mal acompañada”, valorémonos, no se entreguen a un
verdugo por ninguna razón, pues nada lo justifica, no se hagan dependientes de
un hombre que por creer que dependen de él, tiene derecho a maltratarlas. Tenemos
una gran responsabilidad quienes tenemos la fortuna de criar el futuro de la
humanidad en esos niños que crecen a nuestro lado, ellos son una esponja que absorbe
todo lo que ven y escuchan. Recuerdo desde pequeño aquello que jamás se me olvidó
“A la mujer ni con el pétalo de una rosa”. Sigamos la tarea de educar en
valores y respeto y seguramente tendremos en el tiempo hombres y mujeres que se
respeten, aprecien tal y como son, sin
un golpe más, sin un grito más, sin una humillación más. Recordemos que ella no
hace daño así que no la lastimes.
Héctor Baptista, Facilitador
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