YA SÉ QUE HACER CON MI VIDA
“Qué hacer
con mi vida”, “Cual será el propósito de estar aquí”, “Estaré haciendo las
cosas bien” Posiblemente somos o conocemos a personas que constantemente buscamos
nuestro propósito de vida, ese que anhelamos ver con claridad y que por distintas
razones o situaciones de vida notamos que por más que anhelamos, vemos que nos
cuesta mucho concretar e identificar. En estos casos es posible que la raíz de
nuestra interrogante de vida yace en nosotros desde el mismo momento de nuestra
gestación, en donde por algunas circunstancias particulares se nos transfirió ese
temor que logró adheriste a nuestro ser de forma camuflada, igualmente es probable
su adhesión a nuestra manera de concretar esas metas y proyectos, a través de
vivencias directas con personas muy allegadas a nuestro entorno, que igual
lograron por medio del impacto emocional transportar a nuestro ser esa
inseguridad personal que impide concretar e identificar nuestro norte con
claridad. Cuando sentimos internamente que es el momento de cambiar nuestra
forma de llevar la vida, es porque nuestra existencia busca movernos de manera
maravillosa para que notemos que estamos en un lugar que no nos corresponde,
así que escuchemos y confiemos en esas señales que nos indican que debemos
actuar. Al permitir que more en nuestra persona la duda, le damos cabida a esos
dos caminos que siempre nos pondrán en el análisis de tomar la decisión si nos arriesgamos
o no. Queridos y apreciados lectores, La idea es iniciar ese trabajo interno,
donde podamos ir concretando metas que podamos alcanzar. En estos casos para
poder salir de ese perturbador laberinto de decisiones de vida, debemos iniciar
esa labor progresiva y constante, estableciéndonos metas cortas, de manera que
logremos reprogramar nuestro ser con logros positivos, que activen la confianza
y la seguridad en lo que deseamos y hacemos. Así que para contrarrestar esas
dudas internas es importante expandir nuestra visión de lo que deseamos de
manera de visualizarnos alcanzando aquello que mentalizamos, proyectémonos en
grande, recordemos que no hay límites para aquellos planes que deseamos, la única
persona que nos puede limitar, truncar, impedir, sabotear, sesgar nuestros
proyectos de vida somos nosotros. Aprovechemos los temores como metas a
superar, véamelos como indicadores que atrás de ellos hay una fabulosa
oportunidad para cambiar y mejorar nuestro presente. Así que busquemos salir de
esa incertidumbre que nos genera angustia al no poder identificar qué hacer con
nuestra vida, hablemos desde adentro, reconozcamos nuestras fortalezas,
nuestras virtudes y talentos, que nos hacen ser potencialmente únicos y
notables, todos tenemos una idoneidad especial, iniciemos desde allí y brindémonos
la oportunidad de efectuar todo lo que planificamos por medio de nuestro
talante, sólo así lograremos ir afianzando a través de los logros que se nos
presentarán, esa confianza bendecida que nos abrirá las puertas del éxito. Recordemos
que es común en este mundo moderno donde solemos experimentar el recibir esa
lluvia contante y variada de situaciones y ambientes, encontrar personas como
nosotros, que nos cuesta identificar nuestra razón de ser y estar, sin embargo
es posible centrar nuestra atención en esa meta e ir tras ella, sólo hace falta
enfocarnos en lo que deseamos y trabajar para materializarlo, confiando en
nuestras destrezas y virtudes, que nos permitirán sentirnos seguros de lo que
somos, de lo que expresamos y hacemos.
Héctor
Baptista, Facilitador de Pensamientos Reforzadores de Vida, Practicante del
Círculo de Realización Personal (CRP) en instagram por @mensajes_del_corazon_hb
Asesorías y Orientaciones a través del email:cuandohablaelamor1@gmail.com
Comentarios
Publicar un comentario