CONFIAR ES AMAR Y AMAR ES CREER SIN TEMOR

El peligro de una incursión clandestina para buscar supuestos hallazgos que nos confirmen aquellas sospecha, sin duda alguna nos permitirán recibir lo que inconscientemente deseábamos confirmar y es que sin duda alguna las personas que en su rol controlador y desconfiado se empeñan de ver fantasmas donde no los hay, al final sea cual fuese el escenario, asociaran todo lo que reciben con ese ambiente predeterminado en su intención de no equivocarse. En las relaciones afectivas suele ocurrir que erróneamente convivimos con el temor del engaño, la traición, la falsedad, el doble juego y es allí donde hoy deseo compartir con quienes desean una relación estable y duradera, el salir del libreto y romper los esquemas sociales y hasta los tradicionales que conocemos, pues sucede que un mundo moderno invadido por distintas redes sociales, así como la falsa creencia de una infinidad de personas catalogadas como amigas, nos entregamos ciegamente a un ambiente de antivalores, que no benefician en nada a esa relación de dos. Mientras más desconfiemos de ese ser que según nuestro criterio amamos, más rápido veremos su despedida de nuestro mundo amoroso y es que toda relación debe basarse en la confianza mutua, pero mucho antes de llegar a ella es importante pasar ese periodo de prueba, donde al compartir hasta lo más sencillo, sea el indicador que nos permita confirmar que en ella yace esa persona que es realmente compatible con nuestros gustos y que sin pedirle nada ella igual disfruta sin pruebas de fuego estar a nuestro lado. Este periodo de periodo prueba como quise establecer, no debe ser un cuestionario de preguntas de doble intención, ni de conchas de mango, para ver si se equivoca o no según nuestro criterio de respuestas. Por ello que las relaciones afectivas siempre han sido como la tela de araña, esa que a pesar de tener la fortaleza de sostener considerables pesos, sorprendentemente igual es muy frágil y se puede romper con facilidad. Queridos y apreciados lectores, bien sabemos que a ningún ser humano nos gusta ser evaluados con intenciones investigativas. En las relaciones amorosas es primordial que desde el inicio se sustente con la confianza mutua, así como el respeto a la privacidad de cada quien, si sospechamos que nos son infieles, busquemos en nuestro interior aquello que hasta inconscientemente promovimos para que aquello ocurriera. Puede acontecer igualmente que por nuestra desesperación de tener una pareja nos fijamos en alguien que tiene como conducta ser infiel y allí igual recae la culpa en nosotros, al no darnos el tiempo de medir nuestra compatibilidad con esa persona y simplemente intentamos engañarnos al pensar que obviando aquello que ya sabíamos, creímos que podríamos cambiarlo, en estos casos tengamos cuidado pues nadie debe cambiar a nadie, las relaciones se consolidan al compartir respetando la forma de ser de nuestra pareja, recibiendo de parte de ella la misma distinción sin exigirlo. Lo que es de dos que sea de dos, no permitamos que terceros opinen en nuestra manera de compartir como pareja, pues muchas de las rupturas sentimentales nacen desde esa tercera opinión, cuidado con ello. Confiar es creer que podemos cerrar nuestros ojos extendiendo nuestra mano a la pareja y permitir que ella nos guíe sin temor. Amar es recibir la confianza de quien cerró sus ojos y depositó su confianza en nosotros para que le lleváramos de forma segura a ese lugar deseado. Confiar es amar y amar es creer sin temor.

Héctor Baptista, Facilitador de Pensamientos Reforzadores de Vida, Practicante del Círculo de Realización Personal (CRP) en instagram por @mensajes_del_corazon_hb 



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