SI CAMBIÉ FUE PARA MEJORAR

Cuando hablamos de sentirnos a gusto, los seres humanos creemos en una cosa más que en cualquier otra a lo que conocemos por el “Cambio”. En donde si algo no nos gusta en términos del amor o cualquier índole, sencillamente podemos darle un giro a nuestro entorno, con el propósito de crear un nuevo escenario. Recordemos que solo podemos compartir y dar aquello que poseemos y sentimos. En otras palabras solo podemos intercambiar ese sentir afectivo por quien amamos. Antes que nada si deseamos amar, debemos iniciar por nosotros, en donde valoremos el maravilloso ser que representamos, ese que sabe que todo se inicia en nuestro interior, pues en la proporción que mostremos tener la fortaleza de valorarnos, de saber compartir, de amar, de entender, escuchar, dialogar, respetar, ayudar, permitir y permitirnos ser como deseamos, sin alterar o perturbar a quienes nos rodean, en ese nivel tendremos la fortaleza de atraer y abrir nuestro corazón a quien se sincronice con nuestra manera transparente de ser. Así que en este caso será conveniente la atracción de esos polos similares, que aprecien el compartir de esos valores y gustos comunes que al final serán los que consoliden ese vínculo afectivo deseado. Suele ocurrir que vemos personas que sienten miedo cuando piensan en el amor, la verdad no existen motivos para tener miedo de sentir, experimentar y mostrar nuestras emociones. Lo más fácil es ser como somos, mostrando lo que sentimos, lo que si realmente es complicado y difícil es ser lo que otra persona desea. En este caso sería bueno hacernos la siguiente pregunta: ¿Soy realmente yo o muestro y personalizo lo que otras personas dicen que debo ser? Queridos y apreciados lectores, no basta con vivir y aprender para el hoy, pues es fundamental enfocar nuestros sueños hechos deseos y trabajar sin descanso en ellos para así poder disfrutar de verle materializado en ese mañana proyectado. Por lo tanto no vivamos en el pasado, vivamos en tiempo presente, el ayer ya no es nuestra realidad, claro tiene y tendrá un valor maravilloso e importante al ayudarnos a ser el ser humano que hoy conocemos, pero ese es el único valor que debe tener el ayer en nuestras vidas. Seamos observadores, por ejemplo notemos que aquel árbol frente a nuestro hogar ya no es el mismo, así como nuestros amigos, hermanos, padres, hijos, parejas al igual que el bello árbol cada día muestra un nuevo matiz, así que abramos nuestros sentidos y permitámonos apreciar esos cambios naturales que cada día recibimos, incluyéndonos a nosotros, pues si detallamos hoy crecimos un poco más que ayer y no somos los mismos. Cada día es nuevo, cada experiencia es nueva, cada persona es nueva, cada amanecer es nuevo, así es y será la representación de cada instante que apreciamos en el presente, notando y aceptando los cambios que ellos muestran. No existe aquella teórica vida tranquila, pues los cambios siempre estarán presentes moldeando en nosotros esa personalidad emocional y física que notamos día a día. Estoy convencido que lo opuesto al amor, no es el odio, sino la apatía o la indiferencia, pues cuando alguien odia siente en función al dolor de un cambio que no gustó. Si no nos gusta la escena que hoy representamos, si no somos felices, si nos sentimos solos, si apreciamos que no están sucediendo las cosas positivas que deseamos, Cambiemos el escenario y busquemos rodearnos de nuevos actores, escribiendo una nueva obra y continuemos en la hermosa aventura del vivir. Si cambié fue para mejorar.

Héctor Baptista, Facilitador de Pensamientos Reforzadores de Vida, Practicante del Círculo de Realización Personal (CRP) en instagram por @mensajes_del_corazon_hb 



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