QUÉ GANO CON QUEJARME

El peligro de dejarnos influir por la mala energía de la queja, es que nos colocará en una posición de vida tan negativa, que correremos el riesgo de convertirnos en seres sin luz, sin motivos, amargados, pesimistas, enojadas, de tal forma que terminaremos alejando todo lo bueno que internamente podamos desear. El quejarnos constantemente conllevará a crear ese mal hábito, que finalmente terminará desquebrajando nuestros objetivos, metas y proyectos de vida, pues no podremos avanzar mientras estemos vibrando en la infelicidad de juzgar, de visualizar todo desde la óptica de la crítica. Muchas veces los seres humanos que adaptan llevar una vida fundamentada en la queja, asumen una posición de víctima, que según su criterio le hace creer que todo lo malo viene a ellos injustamente, cuando en realidad no se permiten aceptar que fueron ellos los que atraen con su conducta y pensamientos aquello que no les gusta. Inclusive hay seres que viven pendiente sin necesidad del entorno de otras personas, sólo para criticarles y dar razones descompuestas intentando influenciar en la opinión de otros seres humanos que no posean la fortaleza de una personalidad definida, dejándose llevar por un chisme, siendo posteriormente fuente multiplicadora y promotora de comentarios negativos, esos que influirán en un colectivo, que se desarrolle en el mismo nivel de baja frecuencia emocional. Queridos y apreciados lectores, debemos tener el equilibrio emocional para identificar las cosas que nos gustan y aquellas que definitivamente no son de nuestro agrado, entendiendo que nuestra percepción de algo que consideramos no acorde a nuestros gustos, nos pertenece a nosotros y exteriorizar aquello para que otra persona se solidarice con nuestra opinión es un acto humano negativo. Somos igual seres de queja cuando creemos ser optimistas y anteponemos una afirmación a la duda como cuando expresamos: “Si, pero”. Tengamos cuidado de no dejarnos influir por la negatividad de la queja, esa que centra la atención en las cosas, situaciones, ambientes e inclusive personas que no están alineadas a nuestro patrón de vida, pues con ello inconscientemente estaremos dándole la fuerza creadora de atraer a nuestra vida aquello que no deseamos. Vivimos en un mundo que constantemente está siendo bombardeado por quejas, intentando penetrar en nuestra estabilidad emocional. Entendamos que dificultades siempre habrán, pero ellas están allí indicándonos que debemos actuar para superar buscando solucionarles y es allí donde debemos enfocarnos, en ser seres humanos progresistas bajo una estructura optimista que nos permita avanzar, así que cuando estemos ante personas chismosas, criticonas y quejosas, simplemente dejémoslas allí y sigamos adelante. Busquemos enfocarnos en las cosas maravillosas que presentan esas situaciones externas, ubicando en ellas aquello que nos gusta, donde podamos realmente recibir el mensaje optimista que nos indique que debemos avanzar para crecer, valoremos que el clima, la situación de salud, la situación política, en entorno social, nuestra familia, nuestro trabajo, nuestra situación personal, sabiendo percibir que aquello que mueve nuestras emociones a ese nivel que no es positivo, nos indica que allí debemos centrar nuestra astucia para entender que hay que hacer cambios para superar, apreciar y valorar. Antes de entregarnos a la Queja, detengámonos a ver aquello que nos rodea y seamos agradecidos de recibir un día más de vida, un día más para seguir adelante, un día más para crecer, vivir, soñar, reír, disfrutar, amar, compartir, apreciar que si tenemos una nueva oportunidad de ser parte de un presente es porque podemos moldear positivamente ese mañana que comúnmente llamamos futuro.

Héctor Baptista, Facilitador de Pensamientos Reforzadores de Vida, Practicante del Círculo de Realización Personal (CRP) en instagram por @mensajes_del_corazon_hb 




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