PERMITIENDO LA LIBERTAD DE PERMITIRME

“Deseo avanzar pero me cuesta mucho”, “Logro centrar mi vida por un instante, pero luego retrocedo”, “Se lo que tengo que hacer, pero me cuesta”. Son situaciones donde comúnmente nos enfrentamos al enemigo más poderoso que podemos tener en nuestra vidas “Nosotros mismos”, pues cuando ponemos resistencia interna a esos cambios que sabemos que son importante aplicar para avanzar, simplemente le damos fuerza a la angustia de seguir estancados en ese lugar que nos altera los sentidos y emociones. Unas de las más evidentes señales para identificar si somos personas resistentes a los cambios positivos es cuando solemos pretender ser seres perfectos, esos que cuando alguien o algo no es idénticamente igual a nuestro criterio de razonamiento, le juzgamos, criticamos y le bloqueamos, al no querer aceptar que ellos tienen una manera distinta de vivir, pensar, hacer, hablar y manifestarse, pues automáticamente les colocamos en el banquillo de los acusados y actuamos cual jueces aplicando injustamente sentencia. Igual pasa con quienes nos cuesta tener el valor de disfrutar la libertad de nuestro sentir y nos dedicamos a encerrar nuestras emociones y deseos, reclamándonos internamente que pensamos cosas locas, solo por no querer que otras personas nos juzguen, nos critiquen o nos reclamen por hacer las cosas distintas a las que ellas piensan, según sus patrones de valoración. Parece sorprendente, pero el estar enfocado en esas dos negativas posiciones de vida, no nos permitirá sentirnos bien y lograr materializar lo que realmente pudiésemos desear. Si somos del tipo de personas que imponemos nuestro criterio cual camisa de fuerza, tendremos el control mientras las amarras se mantengan firme en esos seres que no consiguen potenciar su vida con esa seguridad necesaria para superar cualquier obstáculo y si por otra parte somos de los que estamos más pendiente de las opiniones y aceptación de otras personas, simplemente seremos esclavos de nuestra voluntad de no confiar en nosotros y viviremos siendo cual títeres que llevarán una vida para hacer feliz a los titiriteros, pero igual jamás seremos libres de vivir a nuestro gusto. Queridos y apreciados lectores, nuevamente deseo compartir lo importante de saber Permitir que otras personas o situaciones de vida son tal como son, así no sean compatibles con nuestra manera de pensar, pues ellas al igual que nosotros tienen una vida individual y la libertad de pensar y disfrutar de lo que le gusta, de manera que cuando apreciemos algo que resistimos aceptar veámonos en ese espejo donde pudiese darse el caso que otro ser humano nos quiera reclamar por nuestras acciones y pensamientos, donde sabemos que defenderemos con nuestras razones nuestro deseo de ser como somos, aquí es donde nace el Permitirnos, sentir, apreciar, compartir, vivir, expresar todo a nuestra manera. La libertad que tanto profesamos desear y hasta exigimos nos respeten, es simplemente el saber Permitir y permitirnos ser y estar, sin limitar.

Héctor Baptista, Facilitador de Pensamientos Reforzadores de Vida, Practicante del Círculo de Realización Personal (CRP) en instagram por @mensajes_del_corazon_hb 



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