HONRANDO A QUIEN NOS HONRA

Hay personas que en nuestras vidas serán irremplazables. Se trata de esos seres que por razones de la divinidad eran necesarias para nuestra presencia en este mundo terrenal. Ellos dejaron en nosotros su huella, esa que quedará a su especial manera grabada en nuestro ser, como parte fundamental de nuestra manera de actuar y pensar. Es posible que podamos pensar que por ellos, nuestro estilo de vida actual se encuentra en este espacio y momento. Reclamarle por ello es una acción no razonada que nos impide ver con claridad, que era perfecto y necesario para ser quienes hoy representamos. Valoremos a nuestros antepasados, a nuestros progenitores y antecesores directos, pues gracias a ellos estamos unidos en familia. Son nuestros abuelos y padres que a su manera transfirieron a nosotros lo que humildemente podían o pensaron que era lo mejor para nosotros, quizás podamos percibir que faltó algo más y es allí donde nosotros hoy como hijos debemos poner nuestro valor agregado, cuando nos corresponda como padres brindar ese invaluable regalo a quienes serán nuestros hijos, así que no debemos parar la cadena familiar, esa donde honramos y agradecemos a quienes con su presencia nos hacen parte de un presente perfecto. Queridos y apreciados lectores, esa hermosa unión que se hace presente entre abuelos, padres e hijos, forman en el tiempo el vivo ejemplo de la representación del verdadero amor. Hoy es un buen día para valorar y enaltecer a esos seres maravillosos que estando o no hoy a nuestro lado físicamente, representarán el más valioso e invaluable tesoro de vida que pudimos recibir. Honremos a nuestros padres, pues indistintamente de lo que nos dejaron o transfirieron, ellos a su manera comparten o compartieron lo que por medio de su sencillez pudieron entregarnos. Nuestra tarea como hijos es reconocer y crecer como padres, valorando las enseñanzas que sólo se adquieren por la transferencia afectiva. Asumamos con madurez la responsabilidad que tenemos hoy con nuestros hijos, de manera que ellos en el tiempo tengan el honor de sentir ese amor por sus padres, así como nosotros nos sentimos bendecidos de quienes nos dieron la vida a través de su vida. Recordemos con amor y alegría a quienes hoy físicamente no se encuentran con nosotros como lo pudiésemos haber deseado, sin embargo ellos siempre estarán unidos cual latido del corazón en nuestro ser. No esperemos un día del año para honrar y amar a quien nos honró y amó sin límites con su sencilla manera de expresar sus sentimientos, una llamada, un abrazo, un beso e inclusive una sonrisa que transfiera ese mensaje de amor por ellos valdrá mucho más que cualquier otro detalle. El Amor nace de un Padre y él se consolida con la afectividad que su hijo (a) le retorna.

Héctor Baptista, Facilitador para crear Pensamientos Reforzadores de Vida. Sígueme por Instagram y Facebook a través de @mensajesdelcorazonhb Asesorías y Orientaciones a través del email:cuandohablaelamor1@gmail.com



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