NO VOLVERÉ A CAER

“Suelo caer en el mismo error”, “Hasta cuando me pasará esto a mí”, “Me cuesta salir”, “Tropecé con la misma piedra”. Aunque parezca increíble es posible que por alguna razón estemos conectados a ese recurrentemente camino que nos enlaza finalmente al mismo lugar de partida. Esos patrones no deseados que cotidianamente nos llevan a esas situaciones que no son de nuestro agrado son modificables, simplemente hace falta evaluar el patrón de nuestras acciones o inacciones que permiten aquella vinculación incomoda y hasta dolorosa. Muchas de ellas las podemos catalogar como heridas, esas que si no actuamos a tiempo seguramente se vuelvan a recibir. No basta con colocar un vendaje, cuando en realidad no evitamos aquel ambiente o las condiciones que generan el peso de aquel dolor casi permanente. No basta con preguntarnos el porqué de aquello que nos aguijonea de manera constante, pues si no buscamos romper el ciclo llegará el momento que ya no habrá manera, ni espacio para colocar un apósito más e inevitablemente perderemos la sustentación de tener una vida con sentido. Las soluciones están al alcance de nuestras acciones, sólo hace falta cambiar el enfoque, tomando con firmeza y seguridad aquellas decisiones que necesariamente tendremos que asumir para enfrentar y salir de ese laberinto al cual entramos. Es posible que hasta tomemos una actitud que con el tiempo nos lleve acostúmbranos a sentir y cargar aquel dolor invasor que adoptamos como parte de nuestra personalidad, pero tengamos cuidado eso no debe ocurrir y no debemos llegar a ese nivel. Queridos y apreciados lectores, aquel globo que por alguna razón se pincha con un alfiler, le podemos colocar un adhesivo y volverle a llenar de aire, logrando así que retome su forma, utilidad  y sentido, sabiendo que el daño está allí y se buscó una solución, sin embargo si no buscamos alejar ese globo de los alfileres, seguramente se volverá a perforar una y otra vez, hasta el punto que no tenga un espacio más donde colocar aquel vendaje y finalmente aquel bello globo dejará de lucir su colorido en las alturas para siempre. Si en nuestro transitar se nos presenta un agujero y no estamos alertas seguramente caeremos en él. Al levantarnos y seguir adelante tendremos que estar pendiente de bien tapar ese hueco o colocar una señal para evitar que otras personas o inclusive nosotros volvamos a caer en él. La idea es asumir con determinación el accionar necesario que nos permita tomar conciencia que aquellas situaciones que nos perjudican o lastiman  las podemos evitar, buscando esas salidas que permitan no volver al mismo lugar de partida.    

Héctor Baptista, Facilitador de Pensamientos Reforzadores de Vida, Practicante del Círculo de Realización Personal (CRP) en instagram por @mensajes_del_corazon_hb



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